Aunque algunas míticas expediciones de los siglos XIX y XX ya recorrieron estas costas
y recogieron invertebrados en sus fondos, muy poco se conoce actualmente sobre
la biodiversidad, distribución y composición del bentos de la plataforma y talud del
noroeste de África, una de las áreas más productivas de los océanos mundiales y en
las que se desarrollan importantes pesquerías internacionales. Este desconocimiento
es aún más dramático en el caso de las aguas profundas, que acogen algunos de los
ecosistemas de mayor diversidad y más vulnerables del Planeta y hacia las que se desplazan
lentamente las flotas pesqueras.
Desde 2004 los buques oceanográficos Vizconde Eza y Dr. Fridtjof Nansen han llevado
a cabo 12 campañas de investigación en la zona bajo la influencia de la Corriente
Marina de Canarias (Región CCLME) entre cuyos objetivos se ha encontrado el estudio
del epibentos. Los resultados de estas campañas van a ofrecer una primera visión
global sobre la biodiversidad de los ecosistemas bentónicos que ocupan los fondos de la
costa noroccidental africana.
UN POCO DE HISTORIA
Desde que en 1878 el Challenger visitara las costas del
noroeste de África, numerosas expediciones cómo las
del Travailleur y Talisman, la Valdivia, las de los buques
del Príncipe Alberto de Mónaco, Princesse Alice I y II e
Hirondelle II, y las del Michael Sars y Discovery, entre
otras muchas, han recogido peces e invertebrados marinos
en estos fondos.
A partir de la mitad del siglo XX, a estas míticas expediciones
se fueron añadiendo otras que, como las del
Atlantide o la Calypso, recorrieron las costas del Golfo de
Guinea, las Islas de Cabo Verde y las Canarias, o que
como las campañas holandesas CANCAP y la francesa
Balgim-84, en época más reciente, han muestreado en
estas aguas buscando todas ellas ampliar los conocimientos
faunísticos, biogeográficos y eco-sistémicos de
la región.
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